Te quiero...
porque has estado ahí desde el principio,
porque me distes toda tu sabiduría,
porque me vistes crecer muy rápido,
por perdonarme cuando no estuve a tu lado,
por apoyarme en todas mis decisiones,
por dejarme marchar...
Te echo de menos...
porque a veces estoy sola,
porque siempre necesito tu consejo,
porque aún soy una niña,
que no supo compatir tu sufrimiento,
y aún así entendiste mis pasiones,
y me dejaste marchar...
Sin embargo, nunca nos hemos separado,
todos los días soñamos al unisono
y si las hadas me lo permiten
siempre estaré a tu lado