
Mi almas calientas
cuando siento frío dentro,
con él te enfrentas quemando su espectro.
Tu llama es eterna,
me cura las heridas;
mi pena enferma,
me abandona con prisas.

Con mucha madera
cuando llega el invierno,
junto a una chimenea
me conviertes en tierno.
Quisiera besarte
sin sufrir quemaduras
y así poder amarte
cuando estemos a oscuras.

Cuerpo ardiente,
eres hoguera en calma
mi mente vas dominando,
...de veras sé que me amas.
Hay, el amor como fuego de hoguera,son una delicia tus poemas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias amiga por tus palabras y por tomarte el tiempo para leerlas. Espero que te hayan gustado.
ResponderEliminar